Balaam era adivino (uno que usaba las suertes para determinar la voluntad de Dios) y agorero (poseedor de cierto poder que no venía de Dios), practicaba lo que causó la condenación de la gente en Deuteronomio 18.  Pero, en toda su apariencia, Balaam reflejaba ser un hombre de Dios - un profeta genuino.  Su "hablar con Dios", testificaba que era un profeta (Números 22:8,13,34,38; 23:12,28; 24:13); Dios estaba hablando por él y a través de él (Números 22:9,12,20,32-35; 23:4,5,16,18-24); Balaam parecía adorar a Dios en espíritu y verdad (Números 22:31); aún bendijo al pueblo de Dios (Números 23:5,7-10,18-24; 24:2-9,15-19).

Hay varios ejemplos en la Biblia, donde Dios aparece a gente pagana y se les revela.   Por ejemplo: Abimalac por medio de sueños (Génesis 20:6,7); Faraón (Génesis 41:25); Nabucodonosor antes de su conversión (Daniel 2,4); la esposa de Pilato sufriendo en un sueño (Mateo 27:19); Saúl (1 Samuel 19:23,24); y a Caifás (Juan 11:51,52).

Por lo tanto, sólo porque una persona parece tener grandes poderes o una gran multitud de seguidores, o que Dios le "usa", no significa que la persona sea un "profeta" genuino.  Ni siquiera significa que sea un creyente en Cristo Jesús.  La persona puede ser un pagano, un falso profeta, un fraudulento espiritual, al que Dios, para cumplir Sus propósitos, se encuentra usando.  Los fraudulentos espirituales son capaces de citar la Palabra de Dios, de ser verdaeramente piadosos y, aún así ser totalmente perversos.   El que Dios hable a través de un falso profeta, no significa que sea un creyente, así como tampoco el asno de Balaam era creyente; a pesar de que Dios habló a través de él (Números 23:21-30). De hecho, el engaño de los profetas falsos aparentemente de Dios, fue prevaleciente desde los tiempos del Antiguo Testamento, ya que Dios estableció otra visión sobre los verdaderos profetas (en adición a las predicciones cumplidas).  ¿Le guían a adorar otros Dioses? (Deuteronomio 13:1-5).

Lo principal radica en que debemos examinar el fruto doctrinal del maestro o predicador.   Si su doctrina es impura, evítelo (Romanos 16:17; 2 Jn. 10,11), aún cuando su "hablar con Dios" pueda proliferar.  Debemos examinar el fruto de su doctrina.  Los "adivinos" y "agoreros", no pueden ser hijos de Dios.  A pesar de que hoy en día tenemos una profesante iglesia que tolera a los Balaames, argumentando: "Éllos dicen cosas buenas, usan la Biblia". - Y es cierto, pero su doctrina les descubre. ¡Son falsos profetas, corrompiendo y destruyendo las iglesias por adentro!

El asunto no radica en el hecho de que haya buena doctrina en sus enseñanzas.  Lo importante es su enseñanza doctrinal errónea, de la que la Biblia nos manda separarnos.   Por esto, detecte a esos que rechazan la separación espiritual.  En estos días de ecumenismo, hay remarcados fraudulentos entre nosotros que no hacen distinción entre lo que es correcto y lo equivocado, cuyas energías se muestran devotas a la unidad hecha por el hombre, mientras desenfatizan la doctrina.  Cuyo propósito es apelar a los corazones de las masas, mientras rechazan la verdad de Dios.  La unión por motivo de áreas en acuerdo, nunca puede ser más importante que nuestra obligación de separarnos del error.

Los creyentes necesitamos usar las armas de la verdad que Dios nos ha dado, para que puédamos identificar y tratar con cada fraude Balaamita en las áreas espirituales que vivimos.  Marque cada característica.  Pueden ser vistos a nuestro alrededor en el ambiente del Cristianismo.  Marque a estas personas malignas y evítelas.   Aprenda la lección que a Israel le costó aprender de una dura manera; debido a su retardada exposición de Balaam, y de sus métodos sin escrúpulos.

(Título original en Inglés: MODERN DAY BALAAMS, por Rick Miesel - P.O. Box 679, Bedford, IN 47421-0679. Biblical Discernment Ministries .  Traducido al Español por Ulises Velázquez, con permiso del Autor).