Crea los sucesos de la Biblia, que es la Palabra de Dios, y que por Cristo usted ha recibido vida eterna (1 Juan 5:10-13). Después, por fe, camine en nueva vida (2 Corintios 5:17). Recuerde que ahora usted es un testimonio vivo del poder salvador del Señor Jesucristo y que, la nueva vida de resurección en Cristo está manifestada en usted, el creyente, por siempre.
Lea y estudie su Biblia, memorizando las citas que son de ayuda y bendición para usted. Dé especial atención a las promesas que Dios dá a los creyentes. Medite en esto y será alimento para su alma (1 Pedro 2:2). Recuerde que la Palabra de Dios es la luz para su camino (Salmos 119:105) y su arma de batalla (Efesios 6:17).
Ore constantemente a Dios, su Padre eterno, en el nombre del Señor Jesucristo. Agradezca a Dios por todo (Efesios 5:20); alábele por Sus bendiciones (Pilipenses 4:6). Pídale victoria sobre el pecado y la debilidad (1 Juan 1:9). Ore por las necesidades de los demás cuando ore por sus propias necesidades. Una vida de oración constante le mantendrá espiritualmente fuerte y en crecimiento.
Confiese al Señor Jesucristo como su Salvador personal como un testimonio de su fe (Romanos 10:9-11). Todos los que han creido en su corazón "en salvación" serán capaces de confesar su realidad interior ante otros. El Cristiano es un embajador de Cristo ante el mundo perdido (2 Corintios 5:17-21).
Evite las tentaciones. La Biblia nos dice que vendrán, pero nosotros
debemos tener cuidado de no andar en sus caminos (Salmos 1:1). Es también
importante que evitemos esas cosas que sabemos que puedan estorbar nuestro
testimonio Cristiano, o causarnos tropezar (1 Tesalonicences 5:22). Cuando
comienza la tentación, recuerde que Dios ha prometido una forma
de escape, para aquellos que fielmente le sirven y obedecen. (1 Corintios
10:13).
Testifique de otros acerca del Señor Jesucristo (Hechos 1:8). Muchos no tienen al Salvador, ¿quién les hablará? (Romanos 10:13-14). El gozo más grande el creyente es el privilegio de contar las buenas nuevas. No hay nada más importante que pudieramos hacer por otras personas que hablarles del poder de Dios para salvación. ¡Haga que el Evangelio sea conocido por los perdidos (Romans 1:16)!
Sirva al Señor Jesucristo con alegría (Salmos 100:2). Dios tiene un ministerio para cada creyente (1 Corintios 12:12-21). Intégrese a una Iglesia local fundamental, independiente, separada, no-carismática, Bíblica-creyente. Usted necesita el cuidado pastoral, adoración, instrución y compañerismo con otros de la misma fe, y la iglesia le necesita también a usted. (Hebreos 10:25). Invierta su tiempo, talentos y dinero en la eternidad (Colosenses 3:1-3).
Permanezca firme en la Palabra de Dios (Efesios 6:10-18). Esté alerta de los falsos maestros y de las falsas doctrinas (2 Pedro 2:1-3). Pruebe todo de acuerdo a la Palabra de Dios, no por experiencias (Isaías 8:20). Recuerde que Dios ha prometido la victoria para aquellos que le honran a El y a su Santa Palabra (1 Corintios 15:58).